18 junio 2008

La Cofradía del Ovario PRESENTA: PADRES DE PELÍCULA (Antología ESPECIAL DÍA DEL PADRE)

Antes de comenzar esta breve antología, debemos aclarar que La Cofradía se ha tomado este tiempo de reflexión (en realidad, creo que no quiere confesar que se tomó el feriado del lunes) para repasar algunas de las versiones cinematográficas de Hollywood acerca de los padres y su relación con los hijos/as, o por lo menos, lo que para esta Cofradía representan en el mundo real. En este remixado de films que nos proponemos queremos mostrar las distintas facetas de la paternidad así como los diferentes arquetipos de progenitores que nos rodean y a veces, nos tocan en suerte. La selección que hemos realizado es aleatoria y comprende cinco películas que responden casi a modo de decálogodividido2 a cinco modelos de padres (algunos no admiten este término pero… bueno, vamos a generalizar para evitar susceptibilidades):

  • Papá por siempre (en inglés se tradujo como Mrs. Doubtfire): la historia cuenta la vida desordenada de un padre que ama profundamente a sus hijos, pero descontroladamente, cosa que exaspera la vida de su mujer al punto de ser la causa del divorcio. El padre de los tres hijos que ha tenido la pareja (protagonizada por Sally Field y Robin Williams) hará lo imposible por estar cerca de su cría, aunque esto implique vestirse de tierna ancianita que hará las veces de institutriz y confidente de su ex esposa. Disfrazado es el padre ideal, pero no pueden reconocerlo. La máscara le enseña a ser lo que debería haber sido antes de armar tamaño lío con jueces y asistentes sociales incluidos. Yo conozco un par de Mrs. Doubtfire, de ellos rescatamos el amor incondicional. El exceso de amor puede incomodar pero no ha matado a nadie (hasta ahora), así que quienes entren en esta categoría: a limpiar la casa, a dejar las tetas de goma (que se incendian con facilidad) y a no intentar ser súper padres, a sus hijos les alcanza con que sean simplemente “sus” padres.
  • Lo que ellas quieren: con el ex bonito de Mel Gibson que, cuando sus delirios místicos para contrarrestar los efectos del alcohol lo dejan, puede interpretar muy bien su rol de comediante. Este personaje que raya en la misoginia, a raíz de un shock eléctrico puede leer las mentes femeninas y él que hasta ese momento había figurado para su hija solamente en el certificado de nacimiento, se da cuenta de lo que ella piensa de él y el espejo le rebota en la cara de manera tal que toma las riendas de su paternidad. Hasta aquí la versión hollywoodense de este arquetipo de padre, la realidad a veces se toma su tiempo y algunos de los hombres que como padres entran en esta categoría, recién aprenden a entender qué cuernos querían sus hijos o qué necesitaban, cuando ya viejos, ven que sus hijos tratan de hacer todo lo contrario. Son los eternos inmaduros, constipados emocionales que viven para ellos y no miran más allá de sus narices hasta que un shock eléctrico los pone en su lugar. Lo cierto es que nosotras no podemos andar enchufando padres a 220 en la vida porque lejos de despertar con Sinatra en la cabeza (como en la película), pagaríamos una condena extensísima y nuestros hijos quedarían sin padre y con una madre presa. No hay que perder la esperanza de que un rayo, un baldazo de agua o un buen psicólogo los haga salir de su propio ombligo y empiecen a ser padres.
  • El padre de la novia: tal vez el papel más dulce de Steve Martin que desempeña el rol de un padre y esposo adorable que necesita asegurarse de que su hija queda en buenas manos, enredándose en infinidad de situaciones ridículas sólo para asumir que su nena creció y que necesita empezar una familia. Lo que él no sabe es que ya le enseñó todo lo que tenía que saber y que ella lo tiene que poner en práctica simplemente. Soy capaz de imaginar y proyectarme y creo conocer a alguien que entraría en esta categoría, pero aún tiene tiempo de sobra para cambiar pañales, sostener chupetes y prestar el dedo para que su hija se agarre fuerte de él antes de dormirse; le quedan muchas hamacas y copos de azúcar antes de que le presente a un Fulano cualquiera que le dé las Buenas Noches en la boca antes de acostarse. A este arquetipo de megapadre, toda mi admiración y la de la Cofradía en pleno; pero le dejo un consejo: be quiet, brother!! La tranquilidad de estos tipos de padre debe residir en la seguridad de lo que han criado y en cómo lo han hecho.
  • Mentiroso mentiroso: un Jim Carrey desopilante que nos muestra un padre que quiere mucho a su hijo pero que antepone el trabajo a todo y que olvida fechas, aniversarios, etc. Y no por cretino (aunque la repetición de olvidos involuntarios raye en la hijoputez a veces) sino por estúpido, se priva de compartir con su hijo cosas que no se recuperan más: el primer paso, el primer diente, el primer porrazo. Son aquellos que por nabos disfrutan apenas de la segunda versión de esas primeras veces en las que no estuvieron. En la vida real no hay hechizos que permitan entender que los hijos crecen sin esperar a que terminen de atender el consultorio, que finalice la reunión con los japoneses que vienen a poner la plata en la empresa o acabe la audiencia en tribunales. Como decía Heráclito, todo es un devenir y el tiempo perdido no vuelve. Así que quienes entren en esta categoría: a organizar la agenda que la vida de los hijos no la diagrama el timetable de una secretaria, la vida con ellos es ahoraahoraahora, tan ahora que ya pasó.
  • Por último, nos queda (a modo de homenaje) Erin Brocovich: que le valió el Oscar a una pulposa y pelirroja Julia Roberts, una clase de padre que abunda bastante pero que no festeja su día el tercer domingo de junio: las madres-padre. Son madres que con todos los defectos que poseen, se reservan la virtud de ser (como pueden) ambas cosas; en el fondo no es que ocupen el rol de padre, simplemente tratan de compensar el espacio en blanco para que los huecos duelan menos. Hacen lo que pueden, como la protagonista de la película. Podrían graficarse como en esos pasajes de Tom y Jerry, cuando el condenado ratón le tira todas las cosas al gato para que éste las ataje y no caigan al suelo haciendo un ruido espantoso que despierte a la dueña de casa y obligue a Tom a pasar la noche afuera. En esas escenas el gato quedaba haciendo equilibrio con una cantidad inimaginable de platos y copas en las manos, patas y cola; a veces se le caía todo, a veces, no; a veces sólo un par de vasos. Las madres- padre son así, se les puede caer algo al suelo, pero tienen una cintura muy elástica y lo levantan. Se doblan pero no se parten. Todo mi respeto a estas madres y feliz día también, porque gozan del esquizofrénico privilegio de ser las que retan y dan el permiso y porque sólo respirando les dan a sus hijos el ejemplo que otro no pudo darles ni siquiera apareciendo en un papel.

Nos quedan en el tintero (o en el teclado) muchas películas con padres protagonistas pero la Cofradía no quiere aburrir a sus lectores y prefirió un remixado para homenajear a los padres en su día. Porque tengan el que tengan, entren o no en estos arquetipos de película, nuestros padres son eso: nuestros padres. ES LO QUE HAY, dirían los miembros más jóvenes de esta Cofradía, y han contribuido con presencia (o con ausencia en ciertos casos) a ser lo que somos.

¡Hasta el lunes que viene, amigas de la progesterona!

5 comentarios:

razondelgusto dijo...

Yo vivo con el mejor papá del mundo que es una mezcla de "papá por siempre" y "el padre de la novia", solo que es padre de dos varones. Siempre vivió su paternidad como la cosa más hermosa que le sucedió en la vida. Ama a sus hijos, se desvive por ellos y siempre tiene tiempo para compartir... Lo más hermoso es que ellos lo buscan, para pelearse, para reírse juntos, para incluirlo. Dista mucho de ser el padre modelo dispensador de límites, porque él es pura creatividad, es la ausencia de límites. No sé con qué película relacionarlo, Nati. Quizás a vos se te ocurra... porque lo conocés bien.
Muy tierna y emotiva la buena pipa de hoy.
Te mando un beso.

es la reina y... (otradelasmías) dijo...

Últimamente, no puedo dejar de observar la realidad sin ponerme a pensar: "¡Qué buena buena pipa haría Nati con lo que estoy viendo en este momento!"¡y qué casualidad! La última vez que estuve pensando en esto fue el otro día, cuando con mi hermana lo fuimos a buscar a papá al aeropuerto para depositarlo tres cuartos de hora más tarde, mate mediante, en su departamento. Después de cargar y descargar valijas y valijones y bolsas y bolsones del free shop, mientras mi hermana calentaba el agua y yo preparaba el mate, el viejo iba vaciando valijas y bolsas para mostrar orgullosamente sus compras. Desde mapamundis de plástico(típica artesanía española)hasta bolsas cargadas de pequeños broches de colores (¿Para tender la ropa en Venecia?), pasando por relojes de todo tipo y tamaño y figuritas de Mickey y el pato Donald (típicos productos italianos), el viejo dio cátedra de cómo comprar bien y barato en las mejores ciudades europeas, mercadería tan inaccesible por estos lares tanto para la cartera de la dama como para el bolsillo del caballero. Ante los asombrados ojos de sus hijas (que, de no conocer profundamente al progenitor hubieran pensado que el viejo querido había vuelto del viaje con un alzheimer acelerado a la parisiene), justificaba cada compra diciendo: "¡¡Mirá, un mapamundi: 1 euro!!" "¡¡Mirá este reloj: 50 euros!!" "Decí cuánto me salieron estos broches en miniatura: ¡¡1 euro!!" Y así, llenaba entusiastamente la mesa del comedor con esos objetos tan "típicamente" europeos que habrían podido conseguirse en el kiosco de la esquina por la mitad de precio de lo que los había pagado en Europa.

Como verás, Nati, papá no se caracteriza por hacer las mejores compras (por ejemplo, se olvidó que los nietos habían crecido y les trajo juguetes como si todavía tuvieran 9 años)
Pero enn otras ocasiones, una no puede dejar de pensar que papá es el más adorable de todos los papás. Por ejemplo, cada vez que nos hace un regalo ya nos está pidiendo disculpas: "Ya sé que no te va a gustar pero probátelo igual". No, no... no se crean que no nos tiene en cuenta... o, como a Nancy Dupláa en "Socias", nos regala zapatos de dos o tres números menos de los que hemos usado toda la vida... Pero el viejo es así y así lo queremos porque lo que tiene de mal comprador lo tiene de santo varón. Es lo que hay, como dice Nati que dicen las miembros más jóvenes de la cofradía, y lo que hay es más que mucho para nosotras porque nunca deja de tenernos en cuenta para todo.
Al final de ese día, una vez que terminó con la cátedra de cómo hacer shopping en Europa, nos miró casi serio y nos dijo: "Ahora van a tener que ayudarme con esto, chicas, es una cuestión de suma importancia para mi vida futura"... y desplegó sobre el último rincón del living de su casa que aún quedaba libre, las fotos de seis o siete señoras sonrientes que saludaban a la cámara con una banderita del país de origen en una mano y tirando un besito hacia la cámara con la otra que les quedaba libre. Mientras observábamos ese despliegue de imágenes sin entender demasiado todavía, declaró: "Es un problema grave. No sé a cuál de todas aceptarle el dinero del pasaje para que vuelva el año que viene. Y lo que es peor, no sé si elegir por las "chicas" o por las banderas... Háganme un último favor, hijas, elijan ustedes".

¿En qué categoría entrará papá, Nati?

Un beso grande.
La tía.

Anónimo dijo...

Que linda la buena pipa de hoy!!!!!
Me hiciste pensar en mi papá.. que ya no tengo conmigo pero fue EL MEJOR PAPA...
exigenge pero super tierno, lloraba siempre!!!!

te quiero mucho negrita!!!

Lidia

Anónimo dijo...

Como dije en un comentario anterior, he plegado mi bandera de reclamo por la discriminación de género que se hace en una Cofradía ovárica. Por lo tanto hoy me inmiscuí en la Cofradía y deslizo mi aporte.
Me gustó mucho lo que escribiste Nati. Ojalá muchos críticos o pseudos críticos de películas, optaran por tu forma y tu simple e inteligente manera de VER películas o no solamente ir al cine.
Gracias por tanta dulzura.

Pipa al revés

Anónimo dijo...

Nati, te comento que hace un tiempo tuve una relación, que se termino, con una madre soltera de dos hermosas niñas, las cuales llegué a querer muchísimo y me encantaba formar parte de sus vidas, de esa primer parte que vos comentas... la verdad es que no puedo saber que es lo que siente un padre que teniendo su oportunidad se pierde esos momentos, lo único que te puedo decir es que me duele muchísimo tener que perdermelos yo, no pasa un solo día que no piense en como están ellas. Tal vez, es una bendición que estos padres no formen parte en la vida de estos chicos, tal vez sea el mejor consejo y enseñanza que les puedan dejar aunque sea con un ejemplo inverso. En fin, recordare lo que hoy tuve la suerte de leer para cuando me toque compartir los primeros momentos de alguien, por ahora solo puedo darte mi opinión de hijo y es que la vida es una sola y yo no pienso desperdiciarla!!!

Gracias por hacerme pensar en lo que realmente importa en vez de lo que pareciera sumamente importante!!! Besos y espero ansioso poder seguir leyendo este cuento... Gracias Nati!!!