(Me obligó. Quiero que se sepa: La Buena Pipa levantó mi licencia sin goce de sueldo y me llamó a conciliación obligatoria. Por eso volví. Alguien, en alguno de sus cíclicos porvenires, va a tener que hacerle pagar su autoritarismo).
Basta de quejas pero necesitaba hacer público que me conminó al trabajo de amanuense porque se le ocurrió que nadie mejor que yo (no sé por qué) para redactar sin quejarme sus cuentosdenuncaacabar.
Lo cierto es que volvimos; pero, como está de moda, hemos vuelto IN DIG NA DAS.
Los miembros más selectos de esta Cofradía están en absoluto desacuerdo con ciertas costumbres de los últimos tiempos que han hecho tambalear la base misma de nuestros cimientos ováricos. Así que, motivadas por la inicitiva de estos estrógenos amigos, creamos la BAIF Week (Buenos Aires Indignadas Fashion Week) y decidimos internarnos puertas adentro de la Cofradía para estudiar un fenómeno actual: LA PROLIFERACIÓN INDISCRIMINADA DE AMIGOS CON BENEFICIOS. Para este evento, nos atrincheramos delante del DVD con chocolates y helado de dulce de leche (hubo un par que trajeron Chocoarroz pero fueron rápidamente puestas en su lugar. Todo bien, chicas, ser una diva, duele pero no da... de alguna manera hay que liberar endorfinas) y nos dispusimos a ver dos películas con las que el 2011 nos ha castigado desde Los Ángeles (sólo perdonamos a Justin Timberlake que está para el crimen en una de ellas):
AMIGOS CON DERECHOS y AMIGOS CON BENEFICIOS.
Las dos películas tienen argumentos análogos (a veces pienso que, cada tanto, Hollywood quiere evangelizarnos o avisarnos algo y nos lanza dos o tres películas iguales; como cuando en un mismo año hubo tres que hablaban de un meteorito cayendo sobre la Tierra y todos comprábamos agua mineral...por las dudas):
Un hombre y una mujer se "hacen" amigos, confidentes, ambos han salido con parejas asfixiantes o no intenaron nunca comprometerse (para el caso da igual, los dos están cuasifóbicos) y en determinado punto de la historia (casi siempre después del minuto 45) canalizan su líbido de manera conjunta a causa de la ingesta de alcohol etílico o por abstinencia nomás. El tema es que en cierto momento uno confiesa su amor y el otro hace oídos sordos hasta que termina admitiendo (luego de varios flashbacks) que es el amor de su vida y bla bla bla... bla, como es una película y le pasa a otros: terminan felices y enamorados andando en rollers por Central Park o Sunset Blvd.
Pero vayamos al motivo de nuestra indignación. En la Cofradía nos manejamos a partir de un principio tan básico como muchos hombres (no todos porque algunos son tan histéricos que merecerían tener útero):
Todo amigo que trasciende la sábana, deja de ser amigo,
y si vuelve a serlo es porque el "beneficio" no cumplió con las expectativas o es mejor amigo que amante, en cuyo caso, ambos guardarán por siempre esto bajo cinco llaves (es lo esperable, aunque muchas veces esto puede salir a la luz en alguna noche canalla en la que en rueda de amigos se empiecen a contar historias vergonzantes).
Por lo tanto y bajo este precepto ovárico: si es amigo, no tiene derechos de almohada ni beneficios de colchón. Que quede cla ri to que el amigo/a te puede contener, llevar a comer, a correr, al cine, te compra pochocolo y te prepara el té Vick pero nada más. Destruyamos el mito del "amigo con derecho a roce": si te roza, es otra cosa: innominada, con o sin etiqueta, anónima pero no AMIGO. Estamos hartas de la resemantización, cansadas de los sinónimos al pedo. ¿OK?
Por otro lado, DERECHOS... ¿A qué? ¿Si sos AMIGO/A, nacés con el derecho inalienable de desparramarte con amigas/os cuando estás depre, nadie te da bola o tu vida social es inversamente proporcional a la cantidad de películas truchas que compraste en el subte? ¿Qué BENEFICIOS conlleva dejar de ser amigo y no ser novio o amante? ¿Cuál es el problema con las etiquetas, che? Si todo tiene etiquetas: desde el jabón para la ropa hasta el dulce de leche (estoy monotemática con el dulce de leche, me doy cuenta, me lo dicen mucho), ¿por qué no decir las cosas por su nombre o por su no-nombre, pero decirlas? ¿Hasta cuándo vamos a seguir abonando el mito (porque sólo es un mito) de que "está todo bien", que "nada de esto fue un error"(uy, estoy citando un tema de Coti, estoy quemada), de "lo hablamos y quedó todo claro"?
¡MENTIRA! NADA ESTÁ BIEN, OJALÁ NO HAYA SIDO UN ERROR Y SI LO FUE Y LO ACLARÁS, LO OS CU RE CÉS.
CONSEJO OVÁRICO: más beneficios y menos amigos, mujeres.
Nos vemos pronto para seguir aplastando mitos urbanos.
7 comentarios:
¡Qué grata sorpresa la vuelta de La Buena Pipa!
Yo no vi ninguna de las dos películas pero me imagino que estos yankees no tienen ni la más puta idea de lo significa ser amigo de alguien.
¿Cómo vas a arruinar algo tan milagroso como la amistad por simple calentura de un momento? Pienso en mis amigos del alma y ni loca echaría un manto de incomodidad con el día después. Claro que estamos hablando de un "touch and go", no?
Porque creo que puede ser posible que una amistad de años en algún momento mute, por rara alquimia, hacia el amor.
Pero la palabra "beneficio", tan utilitaria, tan capitalista, tan primer-mundista, a mí también me indigna si la aplicamos a la amistad, Nati, me in-dig-na!!!
Besos.
Qué buen regreso de la buena pipa! Lástima que no pueda opinar con conocimiento de causa sobre este problema de "beneficios" y "etiquetas".
Desconozco la amistad con seres del sexo opuesto, al menos en los términos en los que conozco la amistad entre mujeres. Nunca he sido confidente de un hombre ni un hombre me ha confesado sus alegrías o sus penas jamás. Sí tengo amigos sociales, a los que quiero mucho, con los que salgo y discuto de política, de fútbol,... pero nada de lo que parece hablarse acá.
En todo caso, como bien dice Lili, la palabra "beneficio" en cualquier relación que involucre las emociones es horrible, pero siempre fui, soy y seré partidaria del roce (palabra que me encanta). Nada como el contacto entre dos pieles que se llaman para festejar la vida. Amigos?, novios?, amantes?... Que más da?
Que la etiqueta no nos tape el bosque! jaja!
"Laura Esponda" es muy seria, le dirías a mi Tía Laura que responda la próxima... Además qué bosque ni qué nada.... ¡No sabés lo malas que eran esas películas!
Buenissimooooooo Nati!!!
Que lindo regreso...
"Que quede clari to que el amigo/a te puede contener, llevar a comer, a correr, al cine, te compra pochocolo y te prepara el té Vick pero nada más." Ay!! Qué pena me dan... tienen una experiencia de vida tan limitada...
Pero a vos, en particular, te figo... sos tan joven!
Las etiquetas empobrecen, claro, pero seleccionamos palabras e inventamos construcciones para poder pensar más (Cf. 1984). Cunado quieran, les presento a mis amigos, los que tienen beneficios (o derechos... Vi sólo una de leas pelis y no recuerdo cuál de las dos es...) y los otros
Eso mismo, lo que dice acá arriba la otra, me parece que quería decir la Esponda cuando dijo "que las etiquetas no nos tapen el bosque", pero la otra lo dice mejor: "las etiquetas empobrecen" (y más claro, obviamente, se ve que es profe de lengua, jeje)
Pero no vine acá a interpretar a ésa otra que firmó allá arriba sino a manifestarme a favor de estas jóvenes niñas que la tienen clarísima y que no reparan en etiquetas a la hora de "darle" al objeto masculino que sea de su interés tenga la etiqueta que tenga. El único código que debe todavía respetarse es éste: "Los hombres de mis amigas son hombres asexuados" (no así los amigos de mi hombre, jeje)
Y si al otro día se sienten mal, nada mejor que un sertal o un ibupirac dependiendo del lugar en que se asiente el malestar. O a seguir siendo amigos, que al fin y al cabo, el sexo no es nada más que sexo, che. ¿Qué diferencia hay en que nos preparen un té Vick (qué asco!) para curarnos el cuerpo y que nos preparen una caricia para curarnos el alma? Bueno, sí, la hay... Prefiero toda la vida el sexo, después de todo esa tisana inmunda me la puedo preparar yo solita, ¿no?
Saludos a las queridas miembras de la cofradía y la amanuense de la buena pipa que ha vuelto con todo!
La tía Laura.
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