15 octubre 2008

La Cofradía PRESENTA HOY: "MAMMA MIA!" (para todas aquellas que fuimos "la Reina del Baile")

A mamá porque está ahí cada vez que imploro un “Mamma mia!”
Al parecer los posesivos están a la orden del día para las exclamaciones. Algunas son más religiosas (¡Ay! Dios mío), otras más edípicas (¡Mi madre!) y algunas son un poco de ambas y además bilingües como: My God! o Mamma mia!, pero me voy a quedar con esta última para abrir la Cofradía de hoy, cosa que me parece adecuada dada la altura de octubre además.
Vamos a convenir en que los tanos son, per se, hiperbólicos y edípicos: nadie cocina como la mamma, nadie amasa como la mamma, nadie es la mamma; por lo tanto no es extraño que la invocación ante situaciones límites sea “mamma mia”, amigas. Confieso que mi ADN está construido sobre la base de genes impregnados de italianos de todos los puntos cardinales de la península así que más de una vez me he encontrado gritando con los ojos desorbitados: “Mamma mia! ¿Y ahora qué carajo pasa?”
Porque las Mujeres Marca A.C.M.E. tenemos que tener siempre invocaciones de este estilo escondidas en la boca; porque son necesarias para tratar de comprender esas cosas que nos suceden de tanto en tanto y que nos dejan de vacaciones en el Reino del Revés unas semanas; porque el “Mamma mia!” hay que gritarlo a veces para que el mundo se dé cuenta de que estamos vivas aunque nuestro cuerpo se limite a las funciones vitales y discurramos la vida en un coma emocional; para sacudirnos la pena y sacarnos la rabia, para volver a mirarnos en el espejo y reconocer por ahí perdida a la que fue la Reina de una noche cualquiera, mientras todos la veían bailar vestida de rojo furioso el tema de “Mujer Bonita”… creyéndoselo; y porque algunas amigas de la Cofradía necesitan un buen grito que les sacuda las estanterías, aquí les dejo mi “Mamma mia!”
Tenía uno de esos días olvidables entre los brazos y salí a caminar. El pasado me perseguía sin remedio bajo la forma de unos cuantos mensajes de texto, parecía que la vereda se desarmaba mientras yo iba andando y para terminar de complicarla… era el domingo de un invierno mucho más absurdo que cualquier otro. El mundo no daba para más y decidí detenerlo un rato en la sala del cine. Miré la cartelera y nada me llamaba la atención hasta que vi “ Mamma mia!” en la pantallita de letras rojas que pasaban con los horarios detrás, como la respuesta a todas mis plegarias. En el afiche leí el nombre de la actriz principal y no necesité nada más para pagar la entrada y apropiarme de una butaca. Meryl Streep, decía el cartel.
No sé qué fue lo que pasó en esa sala de cine, pero cuando salí parecía primavera y definitivamente ya no era domingo. Tal vez fue ver a Meryl Streep absolutamente atemporal (esa mina ha bebido la piedra filososfal, sin lugar a dudas) saltando en la cama como una pendeja de 15 o tal vez fue volver a escuchar “Chiquitita” como la escuchaba mi mamá en el tocadiscos de casa cuando yo no tenía más de seis años; quizás fue el escenario mediterráneo de una isla griega a medio terminar sobre el agua azul. Nosénosénosénosénosénosénosénosé… algo pasó con esta película basada en las canciones de ABBA que generó en mí el mismo efecto balsámico que “La novicia rebelde” (y estoy diciendo palabras mayores con una afirmación de este tipo, amigas)
La peli se estrenó este año y está encabezada por la genial Meryl como ya dije y por el bonito Pierce Brosnan que no deja de partirme el coco desde que hacía de Remington Steele. El argumento es bien sencillo y es la excusa para las canciones: una mujer que es madre soltera, ha criado a su hija sola en una isla griega y no sabe con seguridad quién es el padre de la joven, que en la película se preocupa por averiguarlo e invita a los tres posibles candidatos a hacerse con su ADN el día de su boda. Sophie (Amanda Syefrieed), la blonda hija de Donna (Streep) y sus amigas por un lado y su madre con las suyas por el otro, jugarán una comedia de enredos, de secretos a voces y de recuerdos. Una hija más adulta que la madre, un amor inconcluso, una isla griega, la fuente de agua de Afrodita filtrándose en las grietas del patio... Perdón… ¿Alguien necesita algo más para teletransportarse a otro mundo? Y fiel a mi esencia, no pude no trazar líneas de puntos que unieran los años de uno de los miembros de la Cofradía (es la que escribe a veces, ésa que quedó desmayada con “La novicia rebelde”) con la historia de la película. Aunque con algunos cambios, la historia de Donna y de su hija me la trajeron al recuerdo instantáneamente: una mujer, su hija, un padre ausente, un amor viejo y una tonelada de pasado.
Sin embargo, a diferencia de Donna, ella sabe perfectamente quién es el padre de su hija (aunque a veces quisiera olvidarlo y pensar que una espora marciana hizo de las suyas mientras dormía sus 20 años y la embarazó), sabe que el conourbano no se parece a Grecia, que el Río de la Plata huele a mierda y no es azul como el Mediterráneo; y también está convencida de que el fulano en cuestión no va a venir a buscarla después de 21 años para proponerle casamiento (y está lejos de ansiar ese momento), pero no puede no pensar que el día que su hija se case o se vaya por ahí a probar la vida, ella se va a sentir igual que Donna.
Mamma mia mamma mia mamma mia! ¡Qué cosa rara que son los casamientos, los bautismos, los nacimientos! ¡Qué manera de congregar gente conocida en espacios reducidos!
En fin, si crecieron con ABBA en la casa mientras mamá hacía la limpieza de los sábados a la mañana y usaba la escoba de micrófono, o si tienen ganas de pensar en N A D A por un rato y comprobar que la Streep puede con cualquier papel que le propongan, alquilen “Mamma mia!” y después me cuentan.
A todas las madres: a las que son madres de madres de madres como mi abuela; a las que todavía no lo son; a las que eligieron no serlo pero que habrían sido de las mejores; a las que nos hacen levantar los pies para barrernos el piso mientras escribimos la Cofradía; a las que se fueron a decirle a San Pedro que no baldee descalzo que después se enferma y las nubes se humedecen todas; a las nuevas, a las experimentadas; a las que como yo no sabemos qué cosa tan importante hacíamos antes de ser mamás; a mi vieja y a la tuya les digo simplemente: PÁSENLA GENIAL y sepan que el “Mamma mia!” es un S.O.S. que se pasa de generación en generación.
¡Enséñenlo!
Nos vemos

7 comentarios:

es la reina y... (otradelasmías) dijo...

Creo que ya hablé de esta película en alguno de los comentarios... La disfruté con todos los sentidos del cuerpo y del alma (si es que algo con este nombre existe). La olí, la acaricié, la degusté, la escuché, la miré de arriba a abajo, la amé...
Con respecto a las madres, siempre hemos sido las depositarias de más de una exclamación. Es que desde Edipo y Electra en adelante, pasando por Freud y por Lacan, se nos ha endilgado más de una culpa... Y no está mal. Después de todo, para eso también estamos las madres. Sin embargo, creo que las madres somos mucho más que dadoras de alimento y transmisoras de ritos atávicos. Hoy somos también constructoras de imágenes de mujeres fuertes que cambiaron el mundo, somos fuente de saber e independencia, espejos en los cuales nuestras hijas se reflejan con orgullo...
¿Si necesitamos a los hombres? Sí, los necesitamos, no nos gusta andar haciendo de hombrecitos por ahí. ¿Si queremos que estén al lado nuestro cuando se trata de nuestros hijos? Sí, queremos. Pero en una época de hombres ausentes, las mujeres hemos estado tan firmemente presentes que dudamos que acompañadas de ciertas presencias lo hubiéramos hecho mejor. Y lo digo por todas las mujeres fuertes que conozco que han desmentido a rajatabla el triste mote de ¨sexo débil¨ para el género femenino y sobre todo lo digo por esa miembro de la cofradía que te vino a la memoria, Nati, con el personaje de la querida Meryl, especialmente por ella que a veces no se da cuenta de lo que se merece tan pendiente que está de lo que necesitan los demás.
En fin, me encantó la cofradía de hoy, pero te cuento que acá la tengo a la tía Laura despotricando porque dice que te olvidaste de dedicarle la cofradía a las madres que salen apuradas para llegar temprano al pediatra pero se olvidan al bebé dormido en el moisés y, llegadas a la parada del colectivo, cuando empiezan a preguntarse después de las corridas, qué carajo están haciendo ahí, se acuerdan del bebé y vuelven corriendo, conteniendo la respiración para hacer más rápido, transpirando como sólo las madres pueden transpirar en momentos de desesperación, a buscarlo...
Un saludo de nuestra parte a todas las madres de la cofradía.

razondelgusto dijo...

No vi la peli y me dieron ganas de hacerlo. Si la ponés a la altura de La novicia rebelde no me la puedo perder...
Me encantó esta buena pipa, yo tampoco ya me acuerdo qué cosas importantes hacía antes de ser mamá, porque coincido que entre todas las cosas que me dan felicidad en la vida, ser madre es lo mejor.
Un abrazo a todas las mamás de la cofradía.

Anónimo dijo...

Felicidades Madres!!!!
A todas las madres de esta cofradía que día a día tratan de ser multifuncionales, trabajan, atienden la casa (algunas.. cocinan!!jaja) tratan de mantenerse jovenes a los 50... aunque muchas no lo logremos! jaja
Me encantó la cofradía de hoy y me encanta que sigas escribiendo... no nos abandones!!!!

Lidia

Anónimo dijo...

No se si se han enterado de las ultimas novedades en el salón de la maldad (jaja) Como informante que las admira y las quiere (a Batman, a Robin, a la Mujer Maravilla y sobre todo a la Mujer invisible que no es para nada invisible) paso a contarles las ultimas novedades que me contó la buena pipa. Resulta que no solo cayó el guason sino que, ademas tiene prohibido comunicarse con cualquier miembro de la sociedad maléfica hasta que se vuelva a sus pagos, entonces está amordasado y atado de pies y manos en su oficina y la secretaria lo alimenta por via endovenosa. Por lo tanto el palacio ha quedado en manos de Krostie y el paladín de la etica tartamuda. Los aprendices han tirado la toalla y se la pasan jugando al truco todo el día porque están anárquicos; y los que estaban por recibirse de superhéroes o de villanos en lugar de preparar los exámenes están todo el día al pedo mirándose las uñas de los pies, resignados a fallar internacionalmente. Y eso no es todo: parece que al guasonsito lo encuentran a cada rato en pedo por los pasillos del salón recitando un viejo verso popular: Oh, papá, que al pedo que estás... asi que se corre la bola de que también al guasonsito le dieron el raje.
La cuestión es que el directorio del Salón del Mal, por defender, como dice uno de los comentarios por ahí, a Dios, la patria y la familia, trajo a uno que de Dios no sabe mucho, de cualquier patria se caga de risa y de familia... echa mierda tiene la familia...
Bueno, esas son las últimas novedades de un anónimo ex alumno que las quiere y las admira y que no entiende qué carajo quisieron hacer dandole primero al guason los superpoderes y destronandolo después como la lacra que es (no menos lacra que quienes lo contrataron)
Un saludo a las profes que me dieron más de lo que pueden imaginar.
El informante justiciero.

Anónimo dijo...

Lo acontecido en el Salón de la Maldad en manos del Guasón, era cuestión de tiempo (nunca pensé que iba a ser tan poco) pero es verdad, Informante Justiciero, da tanta rabia el desparramo insensato para NADA...
Seas quien seas, estamos en contacto y me encantó saber que algunos de los miembros del Salón de la Justicia que hemos sobrevivido a Pinky y a Cerebro (extra muros, obviamente) te dejamos un buen recuerdo.
Saludos,
La Mujer Invisible (ésa que a veces es Marca A.C.M.E.)

Anónimo dijo...

Hay que estar adentro para saber de qué se trata, exactamente. Por más que de nuestras bocas las cosas salgan tan llanas (y tan complejas y decepcionantes al mismo tiempo) como se ven en el mensaje de arriba, no es tan así. Obviamente ese lugar ya no es lo mismo ni se aproxima a lo que era, pero lejos estamos, los egresados, de estar "resignados a fallar internacionalmente". Sí tenemos desventajas, sí estamos jugados, pero tenemos con nosotros un año de docentes decentes y otro año con el apoyo de algunos otros que dentro o fuera de la institución están dispuestos a darnos todo de sí. No fueron años fáciles y aunque muchas veces parezca que todo el quilombo ya se olvidó, no es así y nosotros somos unos de los principales afectados. Los aprendices no han tirado la toalla sino que algunos de los docentes se las han arrojado en la cara cubriéndolos por completo y dejándoles una tonelada de cosas que aprender sin tener la edad necesaria como para pedir educación en vez de diversión.
Más allá de los alumnos, la vida personal del tipo no tiene absolutamente nada que ver (por más que lo deteste y me guste que las cosas le hayan salido tan mal) y lo que su hijo haga tampoco tiene por qué entrar en este juego: él es un alumno más y no tiene por qué ser juzgado de otra forma por ser el "hijo de". No es en defensa de ninguno de los dos, padre e hijo cometieron errores y no son aceptables, pero creo que todos sabemos que no es el primer caso en este colegio de que algún chico haya bebido alcohol dentro de la institución y, sin embargo, sí es el primero en ser echado por ésta infracción.
Ahora sí, creo que no me queda nada más que decir…
Aunque nunca firme, Nati, me encanta el blog y espero que esos rumores de que amenazas con dejarlo, nunca dejen de ser rumores.
Un beso grande,
Belu.

Anónimo dijo...

Pero si yo hablaba del Salón de la Maldad y del guasón y el guasonsito... No se de qué estás hablando vos... Tal vez,Belu, la culpa es mía, ya que tendría que haber aclarado lo que suele aclararse en ests casos: "cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia"
El informante justiciero.