17 abril 2008

La Buena Pipa y la reestructuraciones empresariales

¿Yo reestructuro?, ¿tú reestructuras?, ÉL REESTRUCTURA, ¿Nosotros reestructuramos?, ¿vosotros reestructuráis?... ELLOS REESTRUCTURAN. Así empieza mi Cuento de la Buena Pipa de esta semana. Analicemos en primer lugar la palabra REESTRUCTURACIÓN en sí misma: Reestructurar es, en definitiva, volver a colocar una estructura en el lugar en el que ya había una; esto está pautado simplemente por el uso del hiper, archi , mega conocido prefijo latino “re” (que actualmente tiene tanto consenso en el maravilloso e inexpugnable mundillo adolescente, con connotaciones altamente positivas... toda una paradoja, en este caso), estaríamos hablando de volver a estructurar una estructura que ya existía; o sea, en criollo: quitar, remover, reducir, ampliar y obviamente complicar la estructura anterior para dejarla más o menos parecida a la que ya estaba en funcionamiento, sin que esto sea evidente, al menos en un principio. Este condenado mundo globalizado nos ha dado claras muestras de cómo ciertas reestructuraciones empresariales pueden llegar a reestructurarnos la vida y nosotros tan tranquilos. Porque ocurre muchas veces que estos procesos se transforman en un morboso Cuento de la Buena Pipa que sólo disfrutan ELLOS, los que REESTRUCTURAN. Por eso como todos los jueves vamos a darle circunstancias al Cuento de la Buena Pipa del día con el único afán de hacerlo más comprensible a la vista de todos los lectores del Blog: HOY Lugar: cualquier empresa (sólo para ejemplificar, sólo por eso, sin ninguna segunda intención, vamos a tomar hoy una empresa educativa, ésas que, en otros tiempos, algunos ingenuos solíamos llamar con un nombre prosaico, común, trillado: COLEGIO) Tiempo: hoy, mañana, ayer, hace cuatro meses y dos días, etc. Protagonistas: Personas y REESTRUCTURADORES. Vamos a comenzar con la pregunta que hizo famosa a la Buena Pipa adaptada a las reestructuraciones en las empresas: ELLOS:¿Querés que te reestructure? FUTURO REESTRUCTURADO: No. ELLOS: Yo no te dije que no, yo te pregunté si querés que te reestructure...” Y podríamos seguir hasta el hartazgo esgrimiendo respuestas que nada tienen que hacer frente a la implacable Buena Pipa de las reestructuraciones, por eso vayamos al punto central de esta situación de hoy. Como toda empresa, un Colegio Privado se reserva el derecho de admisión y permanencia (de alumnos y profesores, con las diferencias obvias, ya que los alumnos pagan un servicio y a los profesores, les pagan por brindarlo), tiene empleados (antes, en el Beatus Ille de la educación, los llamábamos profesores), tiene mandos medios (Vice-director/res), tiene un Gerente (antes Director) y tiene clientes, es decir, gente que paga por un servicio, en este caso, educativo. ¿Cómo y por qué se reestructura una empresa de educación? Esta pregunta puede llegar a horadar los cerebros más prístinos y preclaros del planeta pero no siempre se consigue una respuesta alentadora.
Suele intentar reestructurarse (si es que existe tal posibilidad) aquello que funciona mal, aquella estructura que está dando pérdidas a la empresa, que no ofrece un servicio de calidad; pero las reestructuraciones, dijimos antes, no dependen de un “nosotros”, dependen siempre de terceras personas (del singular o del plural) y hay que ver qué entienden ÉL o ELLOS por reestructuración. Error 1: creer que no vamos a ser reestructurados, confiar en que sólo se cambia aquello que funciona mal, pensar que trabajar apuntando a la excelencia es siempre condición sine qua non para permanecer en la empresa. No, amigos reestructurados o en vías de serlo, no es así. A veces los cambios radicales que hacen los reestructuradores nada tienen que ver con la realidad; piensan que toda escoba nueva barre bien y empiezan a mover estanterías sin destino y en la mayoría de los casos, sin saber realmente en qué lugar las quieren poner. Por eso...¡Cuidado, posibles reestructurados! En cualquier momento, cuando uno menos lo espera (ésa es la táctica de los reestructuradores profesionales) arbitrariamente y con la excusa de imponer nuevos aires en las viejas estructuras, nos patean el tablero y las fichas caen al suelo y se desordenan; algunas se eliminan, otras se cambian, unas pocas sobreviven dignamente, con algunas hacen enroques maquiavélicos: el alfil pasa a jugar de peón y viceversa, las reinas quedan afuera porque son demasiado poderosas, las torres se caen y algunos se empeñan en juntar los ladrillos rotos que quedaron, el rey sonríe porque a pesar de todo va a seguir siendo rey del tablero que él quiere, los caballos son reemplazados por ponys y pintan los escaques de otro color. Es decir, le lavan la cara al tablero, pero sigue siendo el mismo en esencia, sólo han cambiado algunos rostros. En definitiva, nos han reestructurado y no pudimos hacer nada al respecto. Pero no es éste el único error que los futuros reestructurados cometen antes de saber que van a formar parte del proceso evolutivo (o involutivo según el punto de vista desde el cual se observe a la reestructuración empresarial) de limpiar la empresa, de cambiar de rumbo, de ruta y obviamente, de piloto. Existe otro error, tal vez más garrafal y menos predecible... Error 2: creer que la amistad se lleva bien con las jerarquías. No, posibles reestructurados, no es así, la amistad suele anestesiar las jerarquías pero éstas están vivitas y coleando y salen a relucir en medio de las grandes reestructuraciones. El principio de autoridad que estaba dormido detrás de charlas de diván o confesionario, se despierta ante el primer indicio de cambio y se estira como un gato para estar alerta. Por eso, a desconfiar de los jefes con sonrisa pintada y tonito amistoso, porque son los primeros en querer contarnos el Cuento de la Buena Pipa y las reestructuraciones empresariales. No hay nada más terrible que un inepto con cargo, nada más peligroso que un incompetente con visto bueno para mover estantes que sostenían grandes estructuras. Es más que común que ciertos payasos de pacotilla con delirios de ingenieros, comiencen a reestructurar la casa sin saber nada de edificación (ni de educación, en este caso) y empiecen a reestructurar serruchando los cimientos, creyendo que si los cambian, van a mejorar el aspecto general de la estructura preexistente, sin darse cuenta de que se les puede caer encima en cualquier momento. Lo que ELLOS no entienden, es que Piaget jamás dio clases, que si Rousseau llega a ver a un adolescente, se hace pis encima y que no se puede imponer respeto gritando en veinte idiomas desde arriba de una tarima y señalando con un puntero que se tienen que cortar el pelo o ponerse la camisa dentro del pantalón para formar parte de la nueva cara de la empresa, que a esta altura, ya fue reestructurada. El camino para comprender las grandes reestructuraciones empresariales, es tortuoso y complejo y en la mayoría de los casos, infructuoso, como el Cuento de la Buena Pipa: nadie sabe a ciencia cierta cuándo empezó, si terminó o no, si valió la pena o no; porque en el fondo, ELLOS no nos preguntaron si queríamos escuchar el Cuento de la Buena Pipa y las reestructuraciones empresariales, nos preguntaron si queríamos que nos contaran el Cuento de la Buena Pipa y las reestructuraciones empresariales. Agotador, amigos, extenuante. Dicen algunos que la esperanza es lo último que se pierde pero no sé, creo que hoy veo el vaso medio vacío y no medio lleno y sigo desconfiando de estos grandes emprendimientos de rumbo desconocido. Por eso recomiendo a aquellos que estén actualmente trabajando en empresas educativas, la compra inmediata de un GPS, solamente para saber hacia dónde carajo se dirigen los que manejan los hilos de la conducción académica. A mí, últimamente, las reestructuraciones empresariales se me figuran como un gran Dragón centenario que entre bocanada y bocanada de fuego amenaza con devorarse a la empresa educativa (antes: COLEGIO), sin darse cuenta de que el único animal mitológico que resurge de las cenizas de su fuego es el Ave Fénix; los Dragones, no; ELLOS echan fuego por la boca, después humo y al final, NADA.

16 comentarios:

razondelgusto dijo...

Esta historia era imprescindible dentro de la saga de la Buena Pipa... pero que triste y amarga y verdadera.
Gracias y te quiero

Carlos Guido Montini dijo...

Quién diga excelente se queda corto. Quién diga bueníiiisimo, no entendió el mensaje. Quién diga adecuado, no tiene las vivencias que plantea Naty. En fin, si hay que decir algo en éste comentario de la narración, es brutal, no como interjección, sino como calificativo. Brutal, dolorosos, espantosamente real y brillante a la vez.
Creo que poco a poco los dragones que menciona Natalia, fueron mutando sutilmente, dejando al descubierto, un horroroso parche sobre el ojo y un látigo de siete colas en la mano, intentando rejuvenecer un tiempo lejano y pirata.
¡Brutal! Naty, ¡brutal! Estoy esperando al jueves próximo.

uh! dijo...

uf!...este no fue de risa...

Post Meridiem dijo...

Esta triste historia es tan verídica como brutal para quienes fuimos reestructurados alguna vez. Luego de leerla pensé en darle una calificación: no alcanza con 7IB ni con A*, lo mejor es un 10 nacional.
Te felicito!!!
Post Meridiem

lafrasca dijo...

QUE MARAVILLA!!!!
Si la reestructuración logra estas genialidades... VIVA LA REESTRUCTURACIÓN!!!!!!

Realmente sos admirable, pero, como no van a reestructurarte... sos demasiado inteligente = peligrosa.

es la reina y... (otradelasmías) dijo...

¡Qué enorme acierto la metáfora del ajedrez!¡Qué bueno ser reinas y poderosas y no ponys o alfiles en decadencia!¡Qué bueno no ser las que insisten en juntar los ladrillos rotos de la torre ni los que pintan los escaques de colores! En fin, Nati, ¡qué bueno que mi amiga se lleve mal con las jerarquías!

Pero, bueno, no te quejes, nena, después de todo, te eliminaron porque no te compraste zapatos amarillos como todos los habitantes de Güllen. ¡jaja!

Te sigo adorando.

XY dijo...

Excelente no alcanza.
Para entender lo que se siente, hay que vivirlo.

No sé si vos, y varios de los que te firman, alcanzan a ver lo brillantes que son.


Alguna reina debe haber quedado por ahí, ¿no?
Lo importante sería que hubiese un tablero paralelo, sin caballos, sin torres y sobre todo sin reyes, con lugar para más de dos reinas. Quizás tres, quizás más... Pero: ¡que la reinas sigan unidas!

Nos vemos el jueves que viene.

el otoño. dijo...

poco entendían los reestructuradores, poco entienden y jamás entenderán.

me encantó.
no digo más porque me dejaste con un silencio digno de regocijo; tus palabras me dan nuevamente la razón.... los reestructuradores jamás entenderían tu genialidad.
sin embargo, día a día mejoran su destreza para la acción de crear (a partir de la inutilidad de sus cerebros mutilados) profusiones de incoherencias que bien podrían ser traducidas a "buenas pipas".

catalina, segundo banco, al medio, A1 lengua.

QB dijo...

Qué implícitas que están las cosas hoy en día ¿no?
Yo le digo que espere, unas semanitas nada más, que con la inteligencia estamos jugando un poco sucio!

saludos, se extraña, créame.
(ktu)

annitta dijo...

jajaj, me encantan esos monologos que hacess ajjajaj
te quiero mucho mujer marca A.C.M.E.
Segui escribiendo asii

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Pasaba nomás por este blog tan inteligente y me sorprendieron las últimas tres firmas.
No conozco a la autora del blog ni a los/él? (porque seguro es o son varones) que firmaron antes que yo, pero me figuro que hay algo en él/ellos de complejo de inferioridad. Me parece que se aburrieron poque no están muy acostumbrados a leer y porque no entendieron demasiado la crítica del texto.
No conozco la lógica de las escuelas, pero te puedo asegurar que en todas las empresas pasa lo mismo... suelen reestructurar y sacarse de encima gente brillante para tomar infelices sin experiencia y pagarle dos mangos.
Suerte a la autora del blog.

Anónimo dijo...

Dice Robertito (el del banco a la derecha, a la izquierda de tu mano, etc.): pensé que su comentario (comentario del comentario; una especie de palimpsesto)iba a ser un poco más profundo, más inteligente. Tu afirmación (la que hace el comentario del comentario) es tan de perogrullo que me cuesta creer que gastes tus soberbias manos ( sí, es una hipálage) en estas palabras.
Bueno, creo que es más entretenido este espacio de discusión metatextual, que el blog en sí. Saludos "reina"

Anónimo dijo...

dice allin "Carlitos" dillow:qué viva la censura de prensa!!!!
estoy muy contento de que sigan mi ejemplo: nada de libertad de expresión.
consejo 2: despidan a algún miembro del blog a causa de que son demasiados creativos e ingeniosos. Reestructuren!!!!!
No corramos peligro: gente así puede ser peligrosa para toda la comunidad, incluso para el blog.
Saludos de Robertito

Anónimo dijo...

Mensaje para Robertito:
Mirá aprendiz de payaso, suprimí el comentario que tenía un lenguaje excesivamente paupérrimo, mientras te expreses "normalmente" tus comentarios seguirán apareciendo en el blog. No tengo demasiado tiempo para ignorarte, Robertito, así que si escribís bien, seguí diciendo lo que gustes.
Te mando un gran apretón de manos (con la izqueirda que según vos es la única que uso),
NM

es la reina y... (otradelasmías) dijo...

jajajajajajajajajajajajajaja!!!!!!
¡¡¡Ladran, Sancho, señal que cabalgamos!!!
Los fachos en este país están desesperados. Entre vos y Cristina los están volviendo locos y ya no saben qué carajo hacer ahora que los militares no les sirven para nada. ¡¡¡jajajajajaja!!!
¡¡Buenísimo!!