11 julio 2009

La Buena Pipa y las epidemias (porque es necesario saber cuándo ponerle barbijo al cerebro)

a todos los que esperaban la vuelta y especialmente a la tía, que tiró la idea...
¿Matará el alcohol en gel al retrovirus de la estupidez? ¿Servirá el barbijo para proteger al cerebro del resistente virus de la mala educación? ¿Cuándo alcanzará el pico máximo de contagio la pandemia del KGueC (en el otro o en las patas, lo mismo da)? ¿Por qué la indicación médica de “Lavarse convenientemente las manos con regularidad” me suena a otra cosa? ¿Cuántos aprovecharán esto de estar obligados a “lavarse las manos” para hacer de las suyas? ¿Por qué hasta hace un mes el alcohol en gel estaba un ciento por ciento más barato que ahora que lo necesitamos? ¿Por qué son tan caros los barbijos en épocas de epidemias?
(Parece que a la Buena Pipa le encantan las borrascas retóricas del pensamiento y está abusando de ellas para reforzar en el estilo su condición de cuento circular e infinito)
Sí sí sí, la Buena Pipa volvió del retiro espiritual al que se había ido para solucionar sus problemas de tendencia compulsiva a la repetición y por lo que sabemos, sólo alcanzó a subir al micro y quedó empantanada cuando el chofer le preguntó hacia dónde iba. Pero lo que importa es que regresó justo en el momento en el que nadie necesita un Cuento de la Buena Pipa por acá. Tenemos entendido que su prima segunda la Paranoia, hija de un primo de su madre (el Delirio), la convocó bajo pretexto de no poder perderse un escenario como éste para estirar las piernas.
Porque a la Buena Pipa y a la Paranoia, bien asesoradas por el Delirio, no les interesa la pandemia de Gripe A que nos está castigando desde hace un par de meses; a ellas les importa ver de qué manera colaborar con la pandemia de cerebros colapsados, sentido común engripado y sensatez afiebrada que asalta a la gente cuando tiene miedo, cuando está desinformada, simplemente cuando no entiende o cuando se distrae mirando modelos de barbijos en el escaparate de la farmacia.
Ciertas situaciones con visos apocalípticos, como la desgraciada pandemia que acapara al mundo y a nuestro país, (porque para que las epidemias se extiendan, no es necesario pertenecer al G8, para eso todos los países “en vías de desarrollo” somos: El Mundo) suelen avivar otras epidemias que no vienen de pollos ni de chanchos ni de monos, que le pertenecen con exclusividad al bípedo implume (gracias Platón) a veces llamado “Hombre” y lo definen bajo sus propias reglas. La mala educación, la apatía, la desidia, la conveniencia, la estupidez y la incoherencia son algunas de las epidemias que reaparecen cada vez que nos sentimos amenazados por un agente externo (sea o no de laboratorio) y contra ellas no hay alcohol ni barbijos ni cloro ni desinfectantes que valgan. Entonces, ayudados por la Buena Pipa y su cuentodenuncaacabar, estos virus encuentran una hendija y ¡Zas! … Un infectado más para su colección de víctimas.
La mala educación tiene un amplio espectro y ni siquiera la vacuna de la alfabetización logra, a veces, erradicar este virus tan resistente a la escolarización que es posible ver sus efectos en la gente, incluso luego de pasar por la instrucción universitaria. Para padecerlo sólo se necesita pertenecer a la raza humana y hacer todo lo posible por disimularlo. Los síntomas frecuentes son: ehhhh... esteeeeeeee a ver a ver... bue… Salga a la calle, aguarde en una esquina (con barbijo, obvio para no pescarse tamaña peste) y espere a que el primer nabo al volante le cepille la pelusa de la pollera a la pobre viejita que no alcanza a cruzar cuando corta el semáforo. Ése es un caso severo de mala educación. Y hay otros muchos: en una reunión de padres cuando apostrofan al profesor de Historia por corregirle las faltas de ortografía a los chicos (claaaaaaaaaaaro, el muy caradura se cree profesor de Lengua…mirá que hay gente para todo, eh…) o en la cola del Banco cuando todos protestan porque una pobre mujer tuvo que ir a pagar la luz con el bebé de cuatro meses (fijate vos… mirá si no lo va a poder dejar en la casa…total… ¿cuánto tarda en hacer la cola, pagar y volver a darle la mamadera?) y podríamos seguir pero no quiero abrumarlos tan rápido.
La gran macana nacional es que la ME (Mala Educación) se contagia con el ejemplo, por eso el alcohol es eficaz si tapa los oídos y los barbijos son efectivos si se colocan en los ojos.
La apatía y la desidia aparecen siempre juntas. Pueden darse a la par o primero una y luego la otra, pero los efectos son siempre los mismos y a veces hasta son festejados en las reuniones familiares: “Noooo, a mí todo me importa un bledo”, “Que los cure Lola”, “Mientras no sea conmigo la cosa, que se jodan” o el más terrible de todos “Algo habrán hecho”. Es muy difícil hallar la vacuna y a pesar de intentos vanos, los científicos todavía hoy siguen buscando una combinación que no tenga efectos colaterales negativos, como la aparición del retrovirus de la “Conveniencia” que suele atacar a personas que han padecido la seguidilla A-D (Apatía y Desidia)
Se desconocen hasta la fecha las vías de contagio, pero se sabe que es altamente resistente a cualquier clase de medida de prevención.

La estupidez y la incoherencia guardan entre sí, la relación causa –consecuencia. Si un estúpido (fértil como todo imbécil) propaga la peste, los efectos no tardan en verse a partir de actos absolutamente incoherentes que se manifiestan con rapidez pese a los paliativos que puedan brindarse al infectado en el período de incubación. El problema de base es que el E-I (Estupidez – Incoherencia) es un retrovirus, es decir que no sólo afecta las células que infecta sino que las modifica y es prácticamente imposible erradicarlo. Una vez que alguien presenta la sintomatología del estúpido e incoherente, no hay retorno y termina transmitiéndose en el código genético nomás…

Casos claros de E-I son, por ejemplo, aquellos que protestan porque cierran el Play Center de la esquina justo ahora que uno no sabe qué cuernos hacer con los chicos en casa…UN MESSSSSS; o aquellos otros que usan barbijo en la cola del supermercado pero dejan a sus hijos ir a la cancha a ver el partido de fútbol de su equipo, en la popular y con 3 grados de temperatura a las 10 de la noche.
Hay casos más o menos perjudiciales, más o menos contagiosos pero no es posible determinar cuáles son los grupos de riesgo para padecer esta epidemia; se cree que nadie está libre de caer bajo los efectos del E-I. Así que… a cuidarse… No sea cosa que pase el Bobero y caigan unos cuantos en la bolsa.

La Paranoia sabe que no existe nadie como la Buena Pipa para esparcir la estupidez, la apatía y la mala educación y eternizarlas en una rueda tóxica y malsana. Por eso está siempre atenta y cuando sabe que hay una pandemia en puerta, la llama para que los apáticos, los mal educados y los estúpidos salgan al mundo a evangelizar con su peste a aquellos imprudentes que han salido a la calle sin barbijo en el cerebro y sin alcohol en gel en la conciencia…

Nos vemos cualquier día de estos... estén atentos. (Dice la redactora del Blog que no le va a durar mucho la seriedad con la que nos sopapeó en este envío, que no la extrañen...)

9 comentarios:

es la reina y... (otradelasmías) dijo...

¡Qué alegría volver a leer a la buena pipa de regreso después de ese intento fallido para solucionar su tendencia compulsiva a la repetición!jaja

Acá nosotras no nos dejamos atacar ni por la paranoia, ni por la desidia ni por la mala educación ni por ninguna de esas pestes que atacan cuando dejan de funcionar las neuronas...
Por eso, nosotras seguimos el consejo que mi amiga Prudencia me mandó por mail la semana pasada y que paso a copypastearles a continuación:
"Querida amiga:

Con esto de la Gripe A hay que informarse bien, porque la gente se está paranoiqueando y es bueno tener en claro las cosas para no volverse locos.
Por suerte, en mi casa no hemos llegado a ese extremo y solamente hemos tomado medidas preventivas:
- Echamos Lysoform en los picaportes, las mesas, sillas, inodoros y en el teclado de la PC (ya rompimos 3),
- Nos lavamos con alcohol en gel cada vez que entramos a casa, antes y después de comer, antes de acostarnos, antes y después de tocar la PC , etc. (ya encargué dos bidones más y por las dudas mandé a comprar gelatina y alcohol fino para fabricarlo de manera casera y poder tener reserva para los próximos 100 años)
- Por las dudas también nos lavamos con alcohol por dentro (hace quince días que estamos en pedo, si el bicho llega a vencer las barreras externas, adentro lo hacemos mierda),
- No nos sacamos el barbijo por nada del mundo, salvo para tomar el alcohol,cosa que si el bicho se quiere colar, el fernet o el vino tinto lo hagan mierda de entrada.
- No nos juntamos con nadie (ni entre nosotros) y no le damos la mano ni besamos a nadie (eso, en algunos casos suele estar bueno). De paso, claro está, evitamos el flagelo de la superpoblación,
- Ventilamos la casa todo el tiempo (nos recagamos de frío, aunque con lo que chupamos ni nos damos cuenta),
- Despedimos a la mucama (desde lejos y sin tocarla), no atendemos a vendedores ambulantes ni le abrimos la puerta a nadie, ni vamos al súper, ni al cine, ni a trabajar, ni a nada.
- Lástima que, con eso de ventilar, la casa se nos llenó de mosquitos y como hay que prevenir el dengue, nos estamos untando con Off, rociamos todo con Raid Azul, Shelton Naranja y Fuji Verde, compramos trajes de apicultores (para que los mosquitos no puedan llegarnos a la piel) y seguimos bebiendo lo que nos queda en la bodeguita (a esta altura no sé si eso previene el dengue, pero es divertido).
Por otra parte, así combatimos el flagelo de la inseguridad: con estas medidas logramos evitar los robos, si alguien entra a casa muere envenenado o del cagazo al vernos con esos trajes blancos, con capuchas y barbijos. (De paso lo ayudamos a Macri que no va a tener que nombrar a un comisario sospechado de tortura y corrupción para velar por nuestra seguridad)

Menos mal, amiga, que no hemos caído en la locura general, si no la estaríamos pasando muy mal.
Saludos desde el sótano.
Prudencia"

¿Qué les pareció? ¿No deberíamos seguir su ejemplo de vida? jaja

¡Buenísimo este regreso de la buena pipa! Brillante, como siempre, Nati.
Te adoro.
La tía.

Anónimo dijo...

Estimada Buena Pipa : excelente el texto.... parafraseando a Liliana Bodoc " siempre hay un Doctrinador preparando sustancias para guardárselas debajo de la lengua y esperar el momento preciso para sembrar todo tipo de pestes"

Gracias por el retorno.
Clara.

María Luz dijo...

Welcome back!!!
¡¡¡Qué bueno!!!! (Sobre todo ahora que, como todos corren tras WI-FI, yo accedo ala banda ancha. Pandemias a mí...)
Excelente, Nati, como siempre. El problema es que hay tanto estúpido que no la entendería aunque se lo propusiéramos y le diéramos clases de apoyo... Por cierto, yo estoy acaparando el OFF, así que en septiembre, octubre, si necesitan, me avisan.
¿Qué? ¿creen que me perdí de algo?

Anónimo dijo...

La genialidad ha regresado!!!
Menos mal que algunos somos inmunes ante la paranoia.... porque sino...
paranoia sumado al mamacorismo!!!!!!
para qué usaría el barbijo y el gel?????

Lidia

Carlos Guido dijo...

No le quepa duda alguna, a quien lee los inteligentes, sagaces, irónicos y mordaces escritos de Nati que, conceptos como E-pidemia, E-ndemia y P-andemia; son hijos putativos de una sola frase: la E-stupidez E-nfermiza y P-aranoica.Siempre se registran bajo un mismo y único PIN: E-E-P.
No desistas Nati.Seguí socratizando. Seguí siendo el tábano sobre el noble bruto...
Te quiero sin alcohol,sin gel y sin barbijo.

razondelgusto dijo...

Muy profundo tu análisis de la pandemia que deja al descubierto las conductas antisociales y egoístas de nuestra sociedad globalizada.
Un saludo afectuoso.

Anónimo dijo...
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Celeste Ponce de León dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Celeste Ponce de León dijo...

Brillante!!
Igual no se muy bien si me quedo tranquila (ya que estoy viendo la "epidemia gripe A" de lejos) o exasperarme pensando que entre el 2009 y nuestra actualidad habrán acrecentado desmedidamente los porcentajes de EI y ME.
Voy a meditar con cuál quedarme.
De todos modos, es un placer leerte.

Te quiero!

Celeste